Soy un espíritu charrúa un cuentito

Sí, en un montón de aspectos, que podrían bien recolectarse a lo largo y ancho del Uruguay, realizar una recopilación objetiva (la subjetividad la pone el que cuenta) para recuperar y juntar los trozos del espíritu indígena y recrearlos hoy en este nuevo paisaje digital apocalíptico.

No puede haber un acercarse al ser indígena desde el lugar blanco de: documentos.
Justamente no va por ahí, mis bisabuelos, tres de ellos, indígenas, NUNCA TUVIERON DOCUMENTOS. No se puede medir otra cultura con los parámetros de la cultura que investiga, no se hace así, no es científicamente correcto. Hay que preguntar amablemente, recoger historias, anécdotas, eso, tradición oral. En esos cuentos uno descubre la trama y el hilo dorado del espíritu indígena, o en mi caso particular, charrúa. Que nos sometan a la demostración a través de las pautas culturales de la legislatura de la república, no tiene sentido porque es imposible hacerlo, y además, porque así nunca nos van a conocer. Sométanse vosotros al conocimiento de otra cultura sin querer cambiar, incidir, medir, catalogar, regular, multar, penar, en fin, todas cosas de blancos, entréguense con amable curiosidad a escuchar todas esas historias, juntarlas, compartirlas, dejarse envolver en su fragancia. 
El reconocimiento no debe implicar una comprobación demasiado exhaustiva de la ascendencia indígena, dado el motivo por el cual hoy debería entonces tener que existir una comprobación, quiere decir que de alguna manera se cortó, así como la tradición oral, se cortó de forma violenta por aquellos que hoy demandan esta comprobación, es perversamente lógico, y eso se llama maldad.
Yo tengo ascendencia indígena, en el silencio, en el anonimato, en el miedo ancestral, en el camuflage, hemos cada uno a su manera, heredado nuestro hilo dorado que nos conecta con el espíritu de la esencia del ser indígena.
No tengo nada que comprobar a terceros, la inocencia no se demuestra.
O como lo dijo perfectamente mi amiga inglesa doctora en politología residente en Uruguay: "yo soy co-responsable de los crímenes del imperio de ayer porque gozo hoy de los usufructos que allí se gestaron y de la forma en que se realizaron". Esto se llama "hacerse cargo", digo yo, mis amigos me mejoran, mirá el corazón de esta enorme mujer, y mejora al Uruguay, porque eligió vivir aquí.
Love my friend!
Esto es solamente mi punto de vista, mi sentir, no pretende ser ningún alegato ni exhortación a formar ningún tipo de grupo, mi grupo es toda mi familia, practicamos la tradición oral de generación en generación, la transmisión de nuestros valores, defendemos la familia, amamos la familia, nos gusta estar juntos, nos apoyamos, nos alentamos, no nos decimos insultos porque es de mal gusto, nos educamos en las bellas artes, esto no suena a una familia blanca típica, no? Justamente porque no somos una familia blanca típica, por nuestras venas corre adn nativo, observa nuestro comportamiento, no tenemos documentos, tenemos un ser sutil que se revela si te dejas. Este es mi ser charrúa, independiente. No me interesa que se legalice, ni regule, ni registre, ni indemnice con planes sociales ni se nacionalice, porque no pido nada de esto, no me pidan comprobantes. A mi espíritu no le sirven de nada esos papeles.
Y eso es lo que soy, un espíritu charrúa.
En honor a mis bisabuelos y abuelos, gracias por el color de mi piel, la forma de mis huesos y músculos, por el gusto del tala, pitanga y butiá, qué rico el taco de reina, qué sabor la energía del ceibo y la miel de la madreselva, aprendemos a transitar las cuatro estaciones, pero alguien interfirió y ahora ya no las hay, recolectamos todo el año, pero algo pasó y el campo luce siempre igual, todo igual, el agua es nuestra fuente de alimento, y alguien la ensució deliberadamente porque da dinero. Ser charrúa se siente en la sangre, puedo darte una intravenosa de poesía, así tu corazón entendería, porque lo que importa es lo que se transmite de corazón a corazón, así se es indígena.

Con todo mi amor, mdr
2014, montevideo · uruguay · américa